Cuando las parejas llegan a consulta en su gran mochila de historias que pesan sobre su proceso hacia la maternidad me hacen saber que nadie de su familia, nadie de sus amigas conocen su situación.

De repente algo tan bonito como es la búsqueda de la maternidad, algo tan íntimo se convierte en un "secreto".

De repente, te sientes extraña en reuniones familiares donde siempre te preguntan ¿y tú para cuando?.

De repente, un café con tus amigas se convierte en la peor pesadilla cuando los temas giran únicamente sobre hijos/as y embarazos.

Cuando iniciamos un tratamiento de fertilidad, la mayoría preservamos la "intimidad", (un término que nace de lo más subjetivo de ti, donde van a confluir aspectos psicológicos de tu personalidad y aspectos relacionales),  para que no sea invadida por nadie. Es decir, se tratará de algo confidencial que únicamente compartiremos con las personas que decidamos y no con todas. Te suena ¿relación de intimidad? 

Sin embargo "un secreto" lo cerrarás con un candado de aquellos que solemos tirar la llave a un rio para que ni nosotras mismas,  la encontremos. Del latín secrētus, significa algo que ocultamos, escondemos y lo separamos del conocimiento de los demás.

♥ Pero cuando conectamos con nuestros sentimientos y dejamos fluir las emociones que son naturales durante estos procesos, solemos darnos cuenta que un tratamiento vivido en secreto hace mucho daño emocional. Cuando decidimos contar nuestra bonita intimidad nos sorprendemos de la belleza del corazón de las personas que nos quieren.♥